A partir de 5 años
15 minutos
Independiente del idioma
Mientras esperábamos a Sofía nos pusimos a construir nuestro poblado prehistórico.
Aquí tenéis la reseña completa de este gran juego de iniciación, donde aprenderemos las mecánicas de gestión de recursos y algo de memoria, pues no se usan dados, sino que le damos la vuelta a las losetas de bosque que hay alrededor del tablero. Dependiendo del número que nos salga, avanzaremos para ir recogiendo los recursos necesarios para construir nuestras cabañas pero tendremos que ir recordando dónde se encuentran las que más nos interesen en cada momento para poder aprovecharnos cuando lo necesitemos. Para complicarlo un poco, cada vez que sale la loseta del pueblo central, se le dan la vuelta a todas y se intercambian dos de ellas.
Al final Candela consiguió las 3 cabañas necesarias para proclamarse vencedora, quedando el pingüino y yo con dos cada uno.
A partir de 7 años
1-2 horas por capítulo aproximadamente
Ya con Sofía en casa, nos pusimos con el primer capítulo de Mice and Mystics. Mi idea era hacer una aproximación a un juego de mazmorras lo más sencillo posible y qué mejor manera que empezar.
Despliego todo (menos las figuritas), se fijan en los tableros, cogen los dados y curiosean…y entonces les digo «voy a contaros un cuento».
Y se quedan muertos. ¿Un cuento? ¿No vamos a jugar?. Sí, claro que sí, pero primero voy a contaros un cuento y después vamos a seguir ese cuento…pero jugándolo.
Fliparon. Y mientras les narraba la historia del príncipe Collin y cómo veía que su padre, el Rey, se había enamorada de una Reina que resultó ser una hechicera malvada que pretendía su trono…fliparon aún más. Y cuando llegué a la parte en la que los protagonistas, para escapar de la reina malvada se convirtieron en ratoncitos que escaparon por las mazmorras…ya fue la locura.
Y entonces les saqué las figuras, repartimos personajes, les expliqué muy por encima qué podían hacer (Os movéis y hacéis una acción, o al revés: si es que el juego es así de sencillo).
Jugamos unos 40 minutos, aprendieron muy rápido las mecánicas de atacar y que otro defendiese tirando los dados por las ratas malvadas. A moverse añadiendo la tirada de un dado a su valor de movimiento y a buscar para conseguir mejor equipo…o no. Creo que se quedaron con ganas de retomarlo otro día.
A partir de 6 años
30 minutos aproximadamente
Independiente del idioma
Un juego que adoran los niños y tememos los adultos. Sacamos ficha, buscamos su ubicación en el tablero y nuestro objetivo es llegar a ella antes que el resto para quedárnosla. El primero que consiga 5 gana la partida.
¿Qué fácil, eh?
Pero estamos dentro de un laberinto mágico, con paredes invisibles, por lo que a veces no podremos ir en linea recta hacia nuestro objetivo. Nos toparemos con muros invisibles que nos impedirán continuar y nos devolverán a la casilla de salida.
Cuando nos toque de nuevo, empezaremos desde el principio teniendo que recordar dónde estaban esos muros invisibles para ir rodeándolos y así alcanzar la ficha antes que el resto.
Un juego de memoria en el que a veces consigues hacer un camino muy largo y otras parece que te obcecas con una pared y no hace más que ir a darte contra ella, con las consecuentes risas del resto.
Además, gracias a una expansión que lamentablemente no se encuentra editada en español, puedes ponerle un gorro a otro jugador para hacerle perder un turno, o utilizas la varita mágica para hacer desaparecer la ficha justo cuando otro está a punto de alcanzarla, o beber una poción mágica que te permite moverte por el tablero todas las casilla que quieras…¡mientras no te des con un muro!. Teniendo en cuenta que el valor más alto del dado es el 4, poder hacer un turno de 10 casillas para quitarle la ficha de delante de las narices a otro es todo un placer…si no te falla la memoria, claro.
A partir de 5 años
15 minutos
Independiente del idioma
Quedaba ya poco para que los papis viniesen a recoger a nuestras invitadas, así que les pregunté ¿Y si jugamos a un juego que se juega a oscuras?. Sí, hoy en día no es algo que se puede preguntar a la ligera sin acabar con una denuncia, pero los papis me conocen y saben que me encanta jugar con niños (otra cosa que hay que tener un cuidadísimo a la hora de decirlo…qué triste y complicado se ha vuelto nuestro mundo, menos mal que a ojos de los niños todo lo interpretan de buena manera).
Así que saqué «La noche de los magos». Cada uno somos un mago que se va al centro de un bosque por la noche, en total oscuridad, a preparar su poción mágica. ¡Pero resulta que no es el único!. Otros 3 magos también iban de camino y el problema es que solamente hay un fuego con un caldero. ¿Quién será el primero en llegar y utilizar el caldero para preparar su poción?.
Cargamos las fichas de los magos, los calderos y el fuego central, apagamos la luz ¡y a jugar!.
Por turnos, cada niño (¡y yo también!) tiene que deslizar su mago, desde el exterior del tablero y empujando tanto las fichas como los árboles (¡que no se ven!) para poder desplazar uno de sus calderos y que caiga dentro del fuego, ganando así la partida.
Pero en cuanto oigamos caer una ficha a la mesa (el tablero tiene cierta altura para que se oiga bien al caer) se nos acabó el turno y le toca al siguiente.
Así que tendremos que ir con mucho cuidado pues a medida que nos movamos iremos desplazando otras piezas y como no se ven, tendremos que pensar si seguir empujando o parar y pasar el turno.
Aquí tenéis la reseña completa.
A partir de 8 años
20 minutos
Dependiente del idioma: texto en todas las cartas
Para finalizar la tarde contamos un cuento un poco diferente a los típicos cuentos de hadas con Storyline.
Elegimos uno de los dos cuentos que vienen en la caja, de 15 «páginas» cada uno.
Separamos el resto de cartas de historia por colores y viendo sus imágenes vemos que corresponden a personajes, objetos, lugares, habilidades, rasgos y acciones.
Cada jugador coge una carta de cada mazo y las lleva a su mano.
Se juega por turnos. Se escoge a un jugador y coge la primera carta del cuento y la lee en voz alta.
Ponemos un ejemplo: «Érase una vez un (PERSONAJE) que iba de camino a un reino muy lejano»
Ahora todos, excepto el narrador, cogen una carta del tipo que marca el cuento (en esta caso, personaje, que son las azules y la lleva a su mano. Todos tendrán entonces 2 cartas azules. La que cogieron al comienzo de la partida y esta nueva.
Ahora cada uno escogerá entre esas dos cartas azules y jugará una en el centro de la mesa, boca abajo. Cuando todos hayan jugado la suya (el narrador – jugador en turno- ni coge ni juega), el narrador las coge todas, las baraja y luego escoge una y la coloca a la derecha de la carta que leyó, formando las páginas de un libro.
La persona cuya carta sea la elegida cogerá una ficha de premio, pero sin mirar lo que contiene. Pueden ser puntos de victoria, pero también le pueden tocar otras cosas, que no se descubren hasta que se acabe la partida.