De 2 a 4 jugadores
A partir de 3 años
10-15 minutos
Independiente del idioma
Qué veremos
PRESENTACIÓN
En este nuevo juego de Haba tenemos que gestionar 4 estaciones repletas de gente que quiere irse a pasar el día al zoo, a la piscina, al parque o a la heladería. Cada grupo de pasajeros tiene un lugar preferido, pero como los cambios de vía no paran de moverse, no siempre llegarán a donde más desean.
Elige un color y trata de llenar tu parada con más personas que el resto para proclamarte el ganador de este sencillo y divertido juego. Tiene trenes, es de Haba y no pararás de hacer «chucu chu» mientras juegas, así que ¿qué más se puede pedir?.
COMPONENTES
Abrimos la gran caja amarilla y ya descubirmos por qué necesitamos tanto espacio: el tablero está compuesto por 5 grandes piezas en forma de puzzle que tenemos que armar. Si nos fijamos bien, tenemos unos surcos, ¡las vías de tren!, por los que moveremos la locomotora a lo largo de diferentes caminos.
Armamos el puzzle y seguimos sacando los componentes.
Encontramos 3 agujas para los cambios de vía que colocaremos en los 3 agujeros que vemos en el tablero (como queramos); el dado, que nos servirá para saber qué aguja tendremos que mover y 4 fichas de jugador que coinciden con los 4 colores de los destinos a los que queremos hacer llegar al pequeño tren.
Sí, hay un pingüino. Y encima con la ficha de color amarillo. Ahora entendéis por qué este juego tuvo que acabar en casa.
El tren. El gran protagonista del juego. La ficha que ya no ha vuelto a la caja después de la primera partida pues la tenemos de decoración en el salón junto con nuestro Super Rhino gigante. Vemos que tiene un surco que será donde colocaremos las fichas de pasajeros para poder transportarlas por todo el tablero.
Todas las fichas con distinto número de pasajeros y sus destinos. Como podemos ver, en todas las fichas hay billetes con distintos colores. Esto nos indica a qué destinos quieren ir los pasajeros.
Las 4 paradas en detalle.
Cogemos y aleatoriamente hacemos 4 grupos de 6 fichas y las ponemos en las 4 estaciones del tablero, así:
Acabamos de preparar el tablero colocando el tren justo antes de los 3 cambios de vía. Cada jugador escoge una ficha y con el color recordará cuál es su destino.
¡Y EMPEZAMOS A JUGAR!
El jugador que mejor imite el silbido de un tren será el jugador inicial. Por turnos iremos jugando hasta que no queden fichas de pasajeros en los andenes.
Se lanza el dado y se mueve la aguja que corresponda.
En este ejemplo, tocaría mover la aguja morada, por lo que se cierra el camino inferior y tendremos que mover el tren por la vía de arriba hasta la estación correspondiente.
Paramos con el tren en la estación y cogemos la ficha superior. Nos fijamos en los billetes y movemos el tren de nuevo con destino a una de esas paradas. No hace falta decir que llevaremos al tren a la parada de nuestro color para ganar más puntos al final de la partida.
Pero si la ficha que subamos al tren no tiene un billete de nuestro color, igualmente tendremos que mover el tren y llevarlo a una de las paradas que nos pidan, aunque eso nos suponga darle puntos a los contrincantes.
Este es un buen detalle que hará que los niños se fijen y cuenten bien cuántos pasajeros ya hay en las distintas paradas para no llevarles a una con la que ayudaríamos a incrementar la puntuación de otro jugador.
En este ejemplo, subimos al tren al pasajero y lo llevamos a la estación amarilla porque le tocaba el tuno al jugador con el pingüino. Dejamos la ficha de pasajeros en la parada y le pasamos el turno al siguiente jugador.
Así seguimos hasta que no haya más pasajeros en los andenes, momento en que se termina el juego y pasamos a mirar la puntuación de cada uno.
Si durante la partida llegamos a un andén donde no quedan pasajeros (pero sí en otros), el jugador habrá tenido muy mala suerte y perderá el turno, pues no hay nadie a quién llevar y le tocaría al siguiente.
FIN DEL JUEGO
Pues bien, se acabó el juego: todos los jugadores cogen sus fichas de pasajeros y las colocan en linea, unos debajo de otros, para saber quién llevó a más gente
Si los niños ya supieran contar (el juego pone a partir de 3 años, pero con 40 podemos jugar perfectamente eh!) simplemente cuentan el número total de pasajeros y el que más tuviese sería el ganador.
Como aún serán pequeñinos, simplemente cogerán sus fichas y las colocarán todas juntas y así descubrirán que quien tenga la linea de pasajeros más larga será el ganador. Hay que darse cuenta que las fichas con un solo pasajero se pondrán de forma vertical. Vamos, que toda la gente que sale en las fichas tiene que estar de pie, no vale hacer trampas y tumbar a alguno para alarga su fila.
OPINIÓN DEL PINGÜINO
Estamos ante otro acierto de Haba: un buen juego de iniciación que gustará a los más peques pues aprenderán a diferenciar los colores que les tocan, mover los cambios de vía, coger y colocar los pasajeros y todo mientras juegan con un precioso tren de madera.
Al contrario que pasa con otros juegos de Haba, que se disfrutan con cualquier edad, en cuanto los niños ya sean un poco más mayores se aburrirán enseguida, por lo que recomendamos este juego para empezar la ludoteca o un niño de más edad (6-8 años), pues al ser de reglas muy sencillas le gustará ser quien enseñe a su hermanito pequeño a jugar y así fomentamos la relación y el juego entre ambos.