Reseña: Dodo

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PRESENTACIÓN

La tribu Hagulaminapitopasi está muy emocionada: ¡Es el momento del gran ritual anual del huevo tambaleante!. Lo primero que debes saber es que el pájaro Dodo es sagrado para ellos, aunque en realidad es bastante torpe.

Todos los años se reproduce en la isla montañosa más alta y empinada de Mangalopanesia, el lugar más inadecuado para un nido acogedor. Y así, desafortunadamente, a menudo sucede que el torpe Dodo empuja su huevo fuera del nido. El pobre huevo rueda por el escarpado borde del acantilado y bueno…¡puedes imaginarte el resto!.

  • De 2 a 4 jugadores
  • A partir de 6 años
  • 10 minutos
  • Autores: Frank Bebenroth, Marco Teubner, Cyril Bouquet
  • Puedes comprarlo aquí

COMPONENTES Y PREPARACIÓN

Lo primero que haremos en Dodo será construir la montaña en cuya cima colocaremos al Dodo y su preciado huevo. Nos fijamos en la base, que tiene marcas con los colores que haremos coincidir con las paredes de la montaña. Una vez montada, colocamos la pieza de plástico en la parte superior. Ahora, todas las piezas de plástico las colocaremos en las ranuras de las paredes. Serán los soportes sobre los que descansarán las rampas, a medidas que las vayamos construyendo.

Colocamos las fichas de cartón de los recursos alrededor de la mesa, boca abajo y el barco, una vez montado, se deja a un lado.

Posamos con mucho cuidado el huevo (no vaya a ser que se casque jeje) y dejamos al dodo erguido, porque así con su cola evita que el huevo se caiga. La primera rampa se coloca ya en el lado por donde caerá el huevo.

El resto de las rampas las ordenamos desde la 1, arriba del todo, a la 6 y dejamos el montón al alcance de todos.

El jugador más joven toma el dado y nos ponemos en marcha. Ya podemos jugar a Dodo.

¡Y EMPEZAMOS A JUGAR!

Como ya vimos en la introducción, viendo el jolgorio formado en la parte baja de la montaña y con lo curioso que es el dodo, este se inclina para cotillear mejor y es entonces cuando se le escapa su huevo. Este comenzará a rodar muy lentamente, por lo que ahora toca ponerse a construir las siguientes rampas para que el huevo siga cayendo poco a poco y no se acabe cayendo desde las alturas y se rompa.

El jugador en turno lanza el dado. Sus caras muestran distintos recursos: Martillos, tablones, clavos, bambús, hojas y cuerdas. También habrá pequeños ayudantes de la tribu, que servirán como comodines.

Ahora tendrá que escoger una ficha. Si esta muestra el mismo recurso que el dado, coge la ficha y la coloca sobre uno de los huecos de la rampa en construcción. Si le da la vuelta a un ayudante, hace lo mismo.

Pero si no coinciden, entonces le vuelve a dar la vuelta a la ficha y pasa el dado al siguiente jugador. El huevo sigue rodando, recordad…no os durmáis, hay que meterse prisa.

El siguiente jugador lanza el dado y le da la vuelta a una ficha. Poco a poco habrá que ir recordando por donde andan las fichas que necesitamos para poder localizarlas a la primera, así que habrá que tener buena memoria para no andar dando palos de ciego y tardar mucho en construir la siguiente rampa, pues se acabará cayendo el huevo al vacío.

En el momento en que hayamos cubierto todos los huecos de una rampa, la colocaremos rápidamente para que el huevo continúe su lento descenso con seguridad. Las fichas sobre la rampa no se devuelven a la mesa, sino que se introducirán en una ranura en la cima de la montaña y no podrán usarse más el resto de la partida.

Así, seguiremos jugando hasta finalizar la última rampa. ¡Pero aún no hemos terminado!. Falta construir la balsa, que contiene un hueco bien acolchado para recibir el huevo sin que se rompa. La barca se construirá de la misma forma que las rampas.

FIN DEL JUEGO

Una vez lista la barca, solo tendremos que espera a que el huevo caiga y habremos ganado la partida. Pero no penséis que tendréis mucho tiempo para disfrutar viendo bajar el huevo. Muchas veces serán cuestión de segundos acabar la barca justo cuando llega el huevo.

¿Lo habéis logrado?. ¡Genial!. Todos los jugadores han ganado la partida de Dodo y la celebración de la tribu podrá seguir. Si en algún momento se cae el huevo….habréis perdido.

OPINIÓN DEL PINGÜINO

Dodo es de esos juegos infantiles que enamoran en cuanto se ven. ¿Quién no va a querer sentarse a jugar a un juego en el que hay que construir rampas antes de que una esfera (que se va moviendo lentísimamente y nadie entiende cómo) se caiga al vacío?. Pues eso.

El estrés y los gritos que generan al ponerse a lanzar frenéticamente el dado e intentar acertar con el material que necesitamos en ese momento hace que la diversión ya esté asegurada. Aunque se pierda. Ya se jugará otra partida. Imposible echar solamente una. Además, en 10 minutos ya habréis termiando, por lo que si hay más niños alrededor que se han quedado fuera de la partida, no habrá problemas en ir cambiando los grupos para que todos jueguen.

Se puede hacer un poco más difícil, si se quitan fichas comodín. E incluso se pueden usar los huecos donde aparecen las calaveras, por lo que cada rampa será más difícil de construir, pues se necesitarán más fichas para completarlas.

Dodo es un juego muy sencillo y rápido para echarse unas partidas de vez en cuando o te acabarás cansando de él. Pero en cuanto lo sacas de la caja y lo montas, todos (niños y también adultos) van a querer jugar un par de partidas.

VIDEO RESEÑA

Aquí tenéis un video explicando también cómo se juega durante una de nuestras partidas. Como veréis, se nos complicó la cosa un poco. ¡Esperamos que os guste!

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