De 2 a 6 jugadores
A partir de 5 años
10-15 min
Hoy quedamos con unos amigos para tomar algo mientras nuestros pingüinos se iban al parque de bolas a jugar y siempre aprovecho para llevar juegos para iniciar a los no jugones, pero no quería llevar ninguna caja grande ni juego que llevase mucho tiempo, así que pensé que aún no he estrenado la etiqueta de «piscineros» en el blog. Luego me vino a la cabeza que vivo en Asturias, así que ahora dudo un poco si será la etiqueta adecuada, pero con eso me voy a referir a juegos cortos y que no ocupen mucho espacio, que se puedan llevar a cafeterías, merenderos y piscinas en verano.
Empiezo con MIX IT, un juego en el que se nos dará una carta secreta que nadie más que nosotros podremos ver (para muestra, las de la foto superior) y que nos indicará qué monstruo tendremos que fabricar para poder ir ganando puntos.

Luego del mazo de cartas de «partes del monstruo» se reparten 3 cartas a cada jugador. Las cartas se dividen en cabeza, cuerpo y piernas. Las 3 partes tienen que coincidir con nuestro objetivo secreto para poder ganar 1 punto (le daremos la vuelta a la carta objetivo que muestra una galleta). Si además conseguimos que las 3 partes del monstruo tengan el fondo de estrellas, conseguiremos una carta de galleta extra, con lo que habremos conseguido 2 puntos en esa partida.
Pero la carta de galleta extra nos la puede quitar el siguiente jugador que consiga fabricar un monstruo cuyas partes tengan ese fondo de estrellitas. No obstante, esta es una regla opcional que se puede obviar las primeras veces para que alguna partida no acabe en menos de 10 minutos.
Para empezar la partida, se reparte 1 objetivo secreto y 3 cartas de partes de monstruo. El resto de partes se colocan en un mazo boca abajo a un lado.
Luego se sacan las 2 primeras cartas y se colocan sobre la mesa. Cada parte corresponde a un monstruo, en el caso de arriba tenemos unas piernas con fondo de estrella a la izquierda y una cabeza a la derecha.
En cada turno podremos hacer 1 de las 3 siguientes acciones:
1. Colocar una carta de nuestra mano en un hueco libre o sobre una carta que ya haya en la mesa (para reemplazar la parte de cuerpo que no nos interese).
2. Mover una carta de un monstruo a otro (menos la que acabe de mover el jugador anterior).
3. Cambiar la carta de objetivo. Esto solo se puede hacer 1 vez en cada partida.
Así van pasando los turnos mientras intentamos que se fabrique nuestro monstruo. Da igual cuál de los dos se forme primero e incluso si sucede cuando no es nuestro turno. Puede que otro jugador coloque la pieza que faltaba para poder obtener un monstruo que coincida con nuestro objetivo.
En el momento en que tengamos coincidencia, hay que gritar de inmediato «¡Monstruo!» y enseñar la carta secreta para demostrar que nos ganamos 1 punto (o dos si aplicamos la regla de la galleta extra).