A partir de 5 años
10-20 minutos
Independiente del idioma
4 magos se dirigen una noche hacia el claro de un bosque decididos a realizar su mejor poción, pero se encuentran con que no son los únicos que han acudido al lugar. Lamentablemente, solamente hay un fuego sobre el que preparar sus pociones así que cada uno intentará llevar su propio caldero en la oscura noche hasta el mismo fuego.
Sí, hemos dicho «en la oscura noche» porque este es un juego que se juega a oscuras. Totalmente. Ahora te contamos cómo.

¡ATENCIÓN!
Para poder disfrutar plenamente del juego, hay que «cargar» las piezas primero. Los magos, el anillo de luz, la hoguera y los calderos han de ser expuestos a una luz potente durante unos minutos para que al apagar la luz todos los componentes brillen y se produzca la magia que asombrará a pequeños…y un poco también a los mayores.




Ahora ponemos el fuego sobre el anillo y sin tapar los dibujos…
…que es donde colocaremos los calderos, cada uno sobre su correspondiente dibujo.
Y hacemos lo mismo con las fichas: Primero una tanda de fichas pequeñas; luego grandes y finalmente, en el círculo exterior, otras pequeñas, para que quede el tablero preparado como mostramos en la imágen.
Los jugadores se colocan alrededor del tablero con sus magos, se apaga la luz…y comienza la partida. Esto lo cambia todo. En el momento de apagar la luz las voces de asombro entre los niños y mayores empiezan a surgir…y los que se han quedado fuera de la partida ya están pidiendo turno para cuando esta termine.
Jugando por turnos, cada uno podrá mover cualquier número de piezas del tablero en cualquier dirección mientras mueve a su mago.

Su meta es mover la pieza donde se encuentra el fuego y deslizar uno de sus calderos dentro del anillo de fuego para ganar la partida. Pero no resultará fácil.

¡En ese momento se termina el turno del jugador!
No debe tocar más su mago y le pasa el turno al siguiente. No obstante, un jugador también puede acabar su turno en cualquier momento si por ejemplo trata de empujar su caldero hacia el anillo de fuego central pero el caldero se desliza hacia los lados. Igual le interesa parar ahí y continuar en su siguiente turno desde otra posición.
– Seguir empujando al mago desde la posición en que se había quedado en el turno anterior.
– Levantar con cuidado su mago y empezar empujando desde otro borde cualquiera del tablero.
Por eso a veces interesa acabar el turno aunque no haya caído ninguna pieza y empujar algún otro caldero propio pero desde otra posición.
Poco a poco todos los magos irán haciendo sus movimientos y empujarán los calderos de un lado para otro intentando que sea el suyo el que acabe dentro del anillo de fuego.

Ese mago será el vencedor.