Reseñamos un juego que por las piezas con las letras podría parecer perfectamente el Scrabble. Pero si nos fijamos, aparte de no tener tablero, tampoco tienen puntuación las letras. Sin embargo. Bananagrams se trata de un juego de hacer palabras cruzadas, que explicaremos tanto con sus reglas oficiales como con las que nos interesa en este blog que es para jugar con niños más pequeños.
Nada más sacar la bolsa del juego todos los niños querrán tocarla y ver qué hay dentro, pues que te digan que vas a jugar a algo y te saquen una bolsa con forma de plátano llena de letras ya te deja intrigado.
La bolsa contiene 144 fichas que se repartirán según el número de jugadores.
Se colocan todas boca abajo y mezcladas en el centro de la mesa. Todas esas fichas se denominan «El montón». Cada jugador toma de ahí las que le correspondan (por ejemplo, a 2 jugadores, cogerían 21 fichas cada uno) y las colocan en su lado sin darles la vuelta aún.
Cuando todos tengan sus fichas, cualquier puede de repente gritar «¡PARTIR!» (en inglés, SPLIT) y todos darán la vuelta a sus fichas e intentarán hacer grupos de palabras conectadas y cruzadas lo más rápido posible.
Se pueden colocar en posición horizontal o vertical y se deben leer de izquierda a derecha o de arriba a abajo (como un crucigrama, vamos).
En Bananagrams, todos los jugadores juegan a la vez, no hay turnos y se pueden reorganizar y cambiar las palabras tantas veces como se quiera.
Durante el juego pasarán dos cosas: que un jugador se quede sin letras o que vea que tiene alguna muy difícil y quiera cambiarlas:
– Si ya no le quedan más de sus letras originales, dirá «PELAR» y cogerá una ficha del MONTÓN. Esto obligará a que el resto de los jugadores, aunque sigan teniendo fichas, tengan que COGER OBLIGATORIAMENTE una ficha del MONTÓN.
– Si un jugador quiere devolver una letra difícil al MONTÓN, puede hacerlo tantas veces como quiera durante la partida. Pero deberá coger 3 letras en su lugar, diciendo en voz alta «TIRAR» para que los demás se enteren. Esta acción no obliga al resto a coger letras adicionales.
FIN DEL JUEGO
El juego continúa hasta que haya menos fichas en el MONTÓN que jugadores en la partida. A partir de ese momento, el jugador que se quede sin letras en su mano gritará «¡BANANAS!» y será el ganador de esa mano.
Los demás tienen que inspeccionar que todas la palabras sean correctas (no se pueden usar nombres propios) para proclamarle vencedor, pero si hay alguna palabra mal, el jugador será considerado una BANANA PODRIDA, quedará eliminado y tendrá que poner boca abajo todas sus letras en el MONTÓN. Entonces el resto continúa jugando de la misma forma hasta que se produzca un vencedor.
En el manual de instrucciones vienen varias ideas para jugar de otras formas, tanto si juega una persona solamente como si se quieren hacer partidas cortas o enfocadas a un determinado tema.
OPINIÓN DEL PINGÜINO
De momento solo hemos jugado a Bananagrams con las reglas oficiales los adultos. Con el pingüino estamos aprovechando las letras para ir formando palabras y que las vaya leyendo o va cogiendo él las letras que reconoce e intenta formar palabras. ¡Y le encanta!. Es un goce verle la cara cuando después de decir en alto una palabra, empieza a pensar por qué letra empieza, rebusca entre el montón hasta encontrarla y luego va formándola en su mente sílaba a sílaba para seguir cogiendo fichas. Y cuando la completa correctamente se pone super contento. Es una forma de que coja afición a leer sin tener que meterle presión y dejándole a su ritmo.