De 2 a 6 jugadores
A partir de 6 años
15 min
Independiente del idioma (salvo instrucciones)
Un juego «piscinero»o filler para echar unas partidas rápidas que últimamente llevamos siempre encima y como nos paremos a tomar un café y estemos en una mesa un poco grande, sale a jugar siempre (porque necesita de bastante espacio).
Por un lado tenemos las cartas de los pingüinos, de diferentes colores, con las que trataremos de construir una pirámide intentando utilizar todas las cartas en nuestra mano para no recibir fichas de penalización al finalizar la ronda.
Barajamos las cartas y las repartimos entre todos los jugadores. Si juegan 5 personas, la carta que sobre al final se coloca en el centro de la mesa y será la que empiece la base de la pirámide. Si no, el primer jugador en turno colocaría una de las suyas.
Fichas de penalización. Las grises equivalen a 1 punto y las amarillas a 5.
Al acabar la partida, si no hemos podido deshacernos de todas nuestras cartas, recibiremos tantas fichas grises como cartas nos hayan quedado en nuestra mano.
Si hemos podido deshacernos de todas nuestras cartas, podemos devolver a la caja 2 puntos.
Por turnos, los jugadores van colocando 1 carta de su mano para formar el nivel más bajo de la pirámide. Este nivel se compone de 8 cartas y hasta que no es completado no se pueden ir construyendo nuevos niveles.
Se puede colocar cualquier carta de pingüino, independientemente del color, siempre que sea a ambos lados de las que ya estén en la mesa.
Una vez haya 8 cartas formando la base de la pirámide, podemos colocar cartas formando más pisos, poniendo siempre la carta superior entre dos cartas del piso inferior.
Pero aquí viene la regla principal: solamente podremos colocar una carta de pingüino si su color coincide al menos con una carta de las que tiene debajo.
En este ejemplo vemos cómo en el segundo piso, un jugador ha colocado a la izquierda del todo una cara amarilla porque justo debajo tenía una amarilla y una verde. El siguiente jugador ha colocado una roja, pues las 2 que tenía debajo eran la verde y una roja.
Se van jugando las cartas hasta que los jugadores ya no puedan bajar más a la mesa. En ese momento quedan fuera de la partida y tienen que coger las fichas de penalización correspondientes.
El resto de jugadores sigue hasta que no puedan colocar más cartas o hasta que las hayan acabado todas. Puede suceder que el último jugador coloque varias cartas seguidas si es el único en juego en ese momento, pero eso no quiere decir que se pueda deshacer de todas.
Se juegan tantas rondas como jugadores haya y al terminar ganará la partida el que menos puntos de penalización tenga.