De 2 a 4 jugadores
A partir de 6 años
15-20 minutos
Independiente del idioma
Un juego que ha visto mucha piscina y terrazas estos días es este «festín de las moscas» que tan amablemente nos ha enviado HABA para que lo probásemos. Y menudas caras de intriga la de los vecinos de toalla o mesa cuando veían la loseta final o esas moscas de plástico. Sin embargo, luego ya picaba la curiosidad y se acercaban a ojear qué extraño juego estábamos jugando. Y tenemos que decir que es muy divertido. Vamos a explicarlo, eso sí, con un poco de humor, porque este juego no se puede tomar muy en serio…¡que es una carrera de moscas!.
Tenemos las losetas con los puntos de aterrizaje de las moscas, que colocaremos haciendo un camino como más nos guste, menos la del montón de «M» que será la loseta final. Las moscas se irán desplazando por las diferentes casillas hasta alcanzar con sus 4 moscas la meta. Por el camino iremos utilizando cartas para ayudarnos en nuestro vuelo o para entorpecer a los demás.
Las intrépidas moscas, que volarán atravesando todo tipo de peligros hasta alcanzar su codiciado alimento ejem ejem. Cada jugador cogerá un grupo de 4 moscas de su color preferido y las colocará a un lado de la casilla inicial.
La diferentes cartas que iremos colocando durante el juego, que pueden ser de movimiento o de acciones especiales. Las barajamos y las colocamos formando un mazo boca abajo a un lado del tablero. Cada turno consta de 2 partes:
1. Acción de mosca: cogemos la carta superior del mazo y la jugamos.
2. Vuelo de mosca: avanzamos una mosca de nuestro color 1 ó 2 casillas.
Si al coger una carta del mazo obtenemos alguna de estas cartas (Cartas de Vuelo), tenemos que colocarla en el punto de aterrizaje que queramos. Con esto conseguimos que si una mosca nuestra termina su movimiento sobre una carta que muestre una mosca de su color, la haremos avanzar 2 casillas. Así que podremos hacer volar nuestras moscas bastantes casillas si vamos colocando estratégicamente las cartas de vuelo que nos vayan saliendo.
Si el mazo se agota, no se baraja de nuevo sino que se avanza con las moscas normalmente hasta que se termine la partida, con lo que los puntos de aterrizaje quedarán con sus últimas cartas colocadas fijas.
¡Pero cuidado! que nuestros rivales pueden colocar las cartas de vuelo que les vayan tocando sobre las que ya haya, así que será una pelea continua por intentar favorecer a nuestro equipo y quitarnos de en medio las cartas de los demás.
Pero también nos pueden tocar estas otras cartas, de izquierda a derecha: el matamoscas, la carta de barrido y la de perfume:
– El matamoscas: Se coloca sobre un punto de aterrizaje y mandaría a las moscas que hubiese en esa casilla al punto de partida. No se libran ni tus moscas. Por otro lado, si alguna mosca llega a una casilla que ya tenga un matamoscas, le sucede lo mismo.
– La carta de barrido: se juega y se descarta a continuación. Permite intercambiar dos losetas (menos la final, esa con la gran M) siempre y cuando en ninguna de las 2 haya una mosca del jugador que realice dicha acción.
– La carta de perfume: se juega y se descarta. Eliges a una de tus moscas y avanzas con ella una casilla.
Aquí vemos a las moscas preparadas para comenzar la partida. Todas colocadas delante de la primera casilla o punto de aterrizaje.
Vista «aérea» de un recorrido. Moscas al principio, la «M» al final y el mazo de cartas colocado barajado y boca abajo a un lado.
El primer jugador coge la carta superior y la muestra. Es una carta de vuelo con dos moscas: una roja y una azul
La coloca sobre el punto de aterrizaje de la cocina. Si el vuelo de las moscas rojas y azules termina en esa casilla, automáticamente se desplazarán dos casillas más. Como dijimos antes, se pueden encadenar varias cartas si se colocan bien, para poder hacer avanzar a las moscas bastantes casillas, pero los demás jugadores pueden ponernos trampas y que nuestro movimiento termine en un matamoscas…
Momento en que la pobre mosca azul tiene que dejar la suculenta pizza a medias porque el golpetazo que le propina el matamoscas la lanza de vuelta al principio del recorrido.
Varias moscas ya alcanzaron su objetivo y revolotean alegremente alrededor de la gran M mientras esperan a sus compañeras de equipo para repartirse tan delicioso M-anjar.
FIN DEL JUEGO
En el momento que un jugador consigue que su 4ª mosca alcance la «Meta» se termina la partida y se proclama vencedor. Y todo el premio es suyo, solamente suyo. ¡De hecho, no creo que ninguno quiera quitárselo!
OPINIÓN DEL PINGÜINO
Una temática «diferente» para un juego que puede incluirse dentro de los de iniciación. Reglas sencillas (2 acciones por turno), con pocas losetas y de avance de 1 ó 2 casillas, por lo que los más peques pueden jugar con poca ayuda de los papis en el momento que ya conozcan los números y sepan contar.