Reseña: Fantasmas buenos – Fantasma malos

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 2 Jugadores
A partir de 6 años
15 minutos
Independiente del idioma

1 tablero, 16 fantasmas (8 para cada jugador), de 5 minutos hasta el infinito si se tercia y ya tenemos un buen juego para empezar a familiarizar a los más peques con los juegos de estrategia.

1 tablero con cuadrículas rectangulares donde colocaremos a nuestros fantasmas, tendremos 8 cada uno, 4 con puntitos azules y otros 4 con puntitos rojos. Los fantasmas azules son los «buenos» y los rojos, «los malos». Esto tiene sentido un poco más adelante. Colocaremos nuestros 8 fantasmas en nuestro lado del tablero, pero sin poner ninguno sobre las casillas con flechas (son las salidas).
En ningún momento nuestro contrincante tiene que ver los puntos de colores de nuestros fantasmas; tienen que quedar de nuestro lado, para poder controlarlos mejor y que no descubran nuestra estrategia.

 La premisa del juego es sencilla. Se controla, por turnos, el movimiento de uno de tus fantasmas. Se mueven de 1 en 1 casilla y siempre de forma ortogonal (arriba, abajo, abajo y desplazarse a los lados). No se permite el movimiento diagonal. Cuando un fantasma llegue a ocupar la casilla de un fantasma contrario, se captura y se elimina del tablero. Atrapar un fantasma contrario conlleva un riesgo, como veremos ahora.

 Este es un ejemplo de la disposición inicial. Para ganar, tienes que cumplir una de estas 3 reglas:

  – Capturar 4 fantasmas buenos (los azules) del oponente

 – Intentar que el otro jugador te capture tus 4 fantasmas malos (los rojos), pues al igual que te va a pasar a ti, nunca sabrás si el que se acerca a la salida es uno bueno o uno malo…y aquí es donde a veces se hacen eternas las partidas, cuando mi pingüino se queda pensando durante minutos y minutos «¿lo comeré?¿será de los malos?¿se escapará uno de los buenos si no hago nada?»…

 – Y por último, se puede ganar la partida intentando que uno de tus fantasmas buenos escape por una de las salidas del lado contrario del tablero.

 En resumen, es un buen juego para aprender algo de estrategia, pues enseguida los más pequeños se dan cuenta que les intentas engañar lanzando a la salida a un fantasma malo e incluso ellos mismos empiezan a trazar sus planes para intentar engañarte a ti (a veces a golpe de vista pues incluso van señalando con el dedo por donde quieren mandar uno pensando que no les estás mirando jaja).

 

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